La idea de crear nuestra propia publicación callejera se cocinó a fuego lento, pero en los últimos meses aceleramos el proceso hasta que se convirtió en realidad. Nos emociona la idea de adentrarnos en los espacios sociales y culturales que caracterizan al especial barrio Porteño del Abasto.

Creemos que la escritura y el periodismo siguen siendo medios fecundos para construir comunidad, y consideramos que una revista como la nuestra es una excelente excusa para fomentar vínculos y cercanía. Nos hemos cansado un poco de los algoritmos y la arbitrariedad de lo digital. Claro, debemos habitar ese espacio para no quedar atrapados en el pasado, pero sin caer en la tentación de pensar que es la única forma de hacer las cosas. No nos aferramos a nada, pero creemos que hay clásicos que no mueren nunca, como tener una revista entre las manos y disfrutar de su lectura sin la mediación de una pantalla, para luego guardarla en algún rincón de la casa.